746 kilómetros
La pandemia comenzó para mí en un autobús, camino de Madrid, en un punto indeterminado de la A-5. María José me advirtió, al verme salir de una de esas cabezadas contra las que uno no puede luchar en los viajes de vuelta, que no me iba a gustar lo que tenía que contarme. Sin muchas más concesiones, me soltó que todos los medios digitales, las teles y las radios daban por hecho el cierre inminente de los centros escolares en la Comunidad de Madrid. La presidenta regional confirmó el secreto a voces poco después.
Era 9 de marzo de 2020 y volvíamos de Cáceres, del viaje anual con los alumnos de Bachillerato. Todo había salido a pedir de boca. Es difícil sintetizar en unas pocas líneas hasta qué punto son beneficiosas, casi necesarias, este tipo de actividades. No había manera de presagiar lo que estaba a punto de suceder, al menos no para los ocupantes de aquel autobús, que habíamos vivido en una nube las últimas 72 horas. Aquel viaje a Extremadura, en el que tanto habíamos disfrutado, dejó un sabor amargo. Volví a casa con la sensación de haber dejado algo sin acabar. El delicioso pastel se había quedado sin guinda.
Lo que vino después ya se ha contado demasiadas veces. Las palabras pandemia, confinamiento y coronavirus entraron en nuestras vidas de la noche a la mañana y el Nuevo Velázquez, como supongo que muchos otros centros escolares, afrontó la situación más delicada de su historia reciente. El curso, al que aún le restaban tres meses de clase, terminó a distancia. A pesar de la ejemplar respuesta de familias, alumnos y profesores, nuestro pequeño colegio fue sacudido con fuerza por la sensación de incertidumbre que lo impregnó todo.
De aquello han pasado ya dos años y hace sólo una semana que hemos vuelto del Pirineo aragonés, de Jaca, del viaje de Bachillerato, que no había podido celebrarse desde aquel raro mes de marzo de 2020. Actividades que no nos han dejado respiro, buen ambiente, risas, complicidad, espíritu de equipo y de superación: el viaje ha vuelto a ser un éxito. No había muchas dudas al respecto. Ni siquiera la lluvia, que en algún momento puntual se atrevió a plantarnos cara, pudo con las ganas de disfrutar de nuestros alumnos.
Desde la impactante tirolina de Hoz de Jaca hasta el paintball del último día, todo fluyó de un modo casi mágico. A mis compañeros y a mí se nos hincha el pecho al recordar la cantidad de elogios que recibimos por el comportamiento de los chavales, sonreímos al repasar el puñado de anécdotas que hemos contado hasta la saciedad esta semana, nos emocionamos al pensar en las muestras de compañerismo verdadero que nuestra privilegiada posición nos permitió apreciar desde muy cerca.
746 kilómetros. Es la distancia exacta que separa por carretera la ciudad de Cáceres de la localidad oscense de Jaca. Un viaje de oeste a noreste del país. Un periplo en el que necesariamente hay que pasar por Madrid. Nunca recorrimos esa distancia. Al menos, no en el mismo trayecto. Sin embargo, durante los meses de confinamiento, nuestro recuerdo más cercano, más intenso, más real, fue aquel viaje a Extremadura. En las últimas semanas, además, al plantearse el viaje de 2022 como una realidad próxima, nuestros recuerdos volvieron a trasladarse a Cáceres y, de ahí, volaron libres, casi ansiosos, hasta Jaca. Cuando el pasado lunes llegamos a Madrid, y los días del Pirineo aragonés empezaron a pedir sitio en el baúl de los mejores recuerdos, tuvimos la sensación que solo se alcanza cuando se termina algo, cuando se cierra una etapa de la mejor manera posible.
La espera de dos años para acabar en Jaca lo que habíamos comenzado en Cáceres mereció la pena. Porque el viaje al Pirineo aragonés fue perfecto. Porque los viajes con los alumnos del Nuevo Velázquez siempre lo son. Porque Inma, Tomás y María José volvieron a ser los mejores generadores de buen ambiente que uno pueda imaginar. Porque, una vez más, los cuatro volvimos con la sensación de que los chavales aprenden más en tres días de convivencia que en un mes de clase. Porque esta vez, además, la aventura tuvo un epílogo feliz y a las primeras dentelladas del virus, de marzo de 2020, le ha sustituido la esperanza de recobrar, más pronto que tarde, la normalidad. En definitiva, porque tardamos dos años en recorrer 746 kilómetros, pero la sensación al final del viaje no pudo ser más agradable.
Autor
Carlos González
Carlos González es profesor de Historia en el colegio Nuevo Velázquez de Madrid desde el año 2010. Desde 2013, además, forma parte del equipo directivo del centro y actualmente desempeña las funciones de director.
746 kilómetros necesarios. Pongo énfasis en estas palabras de Carlos.Sé muy bien que tres días de aventura extraescolar son más beneficiosos que un mes de clase, “ quien lo probó, lo sabe”…. Carlos, tú y tus compañeros, Inma, Mª José ,Tomás y el resto del equipo conseguís vencer a la incertidumbre, no sólo a la provocada por la pandemia, sino a la que provoca la vida en muchos adolescentes. La vencéis con la ILUSIÓN que se trasluce de tus palabras y con la SEGURIDAD de esa CONFIANZA que ponéis en vuestros alumnos. Sabéis que confiar en un adolescente es subir su AUTOESTIMA. Os dedicáis a ello en un mundo complicado.! Qué vengan muchos más kilómetros de confianza e ilusión!. Sois un equipo formidable y necesario. Enhorabuena por ello. Enhorabuena, por supuesto, a Carlos, cuya dedicación conozco personalmente, por su estupendo artículo y por la verdad que hay en él.
¡Muchísimas gracias por tu comentario, Sole, una vez más! Tus fantásticas reflexiones darían para más de un artículo de «El blog del Nuevo Velázquez». ¡A ver cuando te animas a escribir uno! Un fuerte abrazo, te esperamos dentro de quince días.
Muchas gracias por el blog, por el artículo y a los cuatro por hacer posible un viaje tan espectacular y que no van a olvidar nunca.
El compañerismo del que hablas es el reflejo de lo que ven en vosotros.
No me canso de deciros lo mucho que cambiais nuestras vidas y éste es un ejemplo más.
¡Enhorabuena una vez más por vuestro trabajo!
Gracias a ti, Marta, por tu apoyo y tu confianza constantes. Fueron días inolvidables para todos. Abrazo enorme.
Lástima que mi hijo se haya incorporado tarde este curso y no haya podido ir…maravillos viaje!
Enhorabuena!
¡Contamos con él para el año que viene! ¡Muchas gracias por leernos y por tu comentario!
¡Qué cierto lo que escribes Carlos! Este tipo de viajes y experiencias son muy enriquecedoras para los chicos. ¡Y para los profesores! Me alegro mucho de que todo haya salido bien. ¡ENHORABUENA!
Muchas gracias, Miguel, por ser fiel seguidor de «El blog del Nuevo Velázquez».
Buenas noches, Carlos, y a todo el Velázquez que está leyendo este sincero comentario.He de admitir que ha sido una experiencia maravillosa.He aprendido cosas nuevas, experiencias de otros alumnos, tomar algo con los profesores, como si de amigos se tratasen, y muchas actividades divertidas que merecieron la pena, entre otras cosas muy buenas.
La comida muy buena, la verdad, también me reí con gente, hice amistades nuevas, y más cosas.Espero repetir!!!!!!!!!!!
Ha sido una experiencia única.
¡Qué ilusión leerte, José! Lo pasamos muy bien, desde luego. ¡Tres hurras por esos alumnos maravillosos de 2ºB! Un fuerte abrazo.
Enhorabuena por ese viaje, también pienso que esas convivencias son lo mejor, lo que años mas tarde vuelve a la memoria.
Seguro que se podrán seguir haciendo, o al menos, como madre de 3º de la ESO, …confío en que cuando le toque a mi chaval ¡se pueda!.
Un saludo,
Fuensanta.
¡Esperamos que los viajes de Bachillerato no tengan que suspenderse nunca más! Gracias por tu comentario, Fuensanta.
Qué bonito artículo. Le envié a mí hijo la anterior publicación donde contabais todas las actividades que habían hecho l@s chaval@s, él aún está en 2° de la ESO y le decía: «no sabes la de cosas maravillosas que te quedan por vivir….» y leer este blog, que desprende tanto cariño y dedicación, me hace sentir alegría y tranquilidad de dejar a mi hijo en vuestras manos. ¡Mil Gracias!
¡¡Gracias por tu precioso comentario y por tu apoyo constante, que sentimos muy de cerca!! Totalmente de acuerdo: a l@s chic@s de la ESO aún les quedan muchas aventuras por vivir. Fuerte abrazo, María Jesús.
¡Qué buena noticia que se retomen estos viajes tan beneficiosos para los alumnos!
¡Y tanto! Gracias por tu comentario, Carlos. Recuerda que nos leemos, cada dos lunes, en «El blog del Nuevo Velázquez».
En la diversión también se hace pedagogía, fomentar el compañerismo y la convivencia es una parte muy importante de una educación íntegral.
Es estupendo que a los alumnos se les complemente su educación con esta oportunidad de aprender lo que no viene en los libros.
!!! Enhorabuena a los profesores!!!
En el Nuevo Velázquez creemos en una educación TOTAL, en la que se adquiere en el día a día escolar y en la que se cultiva fuera de las aulas, en actividades extracurriculares. ¡Muchas gracias, Carlos, por leernos y por tu interesante aportación!
Muchas gracias por ese maravilloso viaje . pero no olvideis que esa magia la creais vosotros profesores .
Esa ilusion que trasmitis a esos niños que vienen que les faltan palabras para contar lo bien que lo han pasado todas las experiencias vividas. Porque lo quieren contar todo a la vez y que no se les olvide ninguna porque fueron maravillosas.
Ya veis si es asi .que vienen con ganas de repetir.
Muchas gracias.
¡Gracias, María José! Nosotros nos contagiamos de esa magia que tiene el viaje y disfrutamos muchísimo también. Un fuerte abrazo.
Muchas gracias por la alegría y por la felicidad q habéis dado a nuestros hijos estos días en Jaca.
Muchas gracias Inma, María José, Tomas y Carlos
Muchas gracias a ti y a todas las familias que confiáis en nosotros, por hacerlo posible. Abrazo grande.
jajajaja al habla Juan Alberto Molina Barrios, antiguo alumno del colegio Nuevo Velázquez, y nada comentar que es fantástico que los alumnos de esta promoción hayan podido hacer el viaje de fin de curso, que desde el de Cáceres allá por 2020, no se pudo seguir con estos maravillosos y enriquecedores viajes; que por cierto el de Cáceres fue en pedazo de viaje del cual surgieron bonitos y divertidos recuerdos acompañados del mejor equipo de docentes como los son Carlos, Inma, María José y tomas, sin embargo echando de menos a otros que faltaron como Miguel y Paco, además de muy buenos compañeros de clase que pude conocer gracias a este estupendo colegio!! En definitiva un Colegio del que estoy muy agradecido y recomiendo al 100%!
¡Qué recuerdos, Juan! Muchísimas gracias por tu comentario, las opiniones de alumnos y antiguos alumnos son las que más valoramos y agradecemos. Si mal no recuerdo, en tu caso, disfrutaste del viaje a Extremadura y, un año antes, del del Delta del Ebro. ¡¡Abrazo gigante!!
Nunca olvidaré ese final del curso del año 2020.Como ex profesor del colegio Nuevo Velazquez creo que hicimos un buen trabajo y debemos estar orgullosos de ello.Me alegro de que os vaya tan bien.Un abrazo.
¡Qué alegría leerte, Carlos! Tu paso por el colegio coincidió con momentos complicados pero, también, inolvidables. ¡Muchísimas gracias por leernos y comentar! En el Nuevo Velázquez tienes tu casa, fuerte abrazo.
Como profesor y tutor de los chicos que han ido puedo decir que es un evento que esperaban con muchísima ilusión. Este viaje sirve para reforzar valores fundamentales como el compañerismo, la amistad, el respeto y es una experiencia que siempre recordarán. Tan importante como las clases es el desarrollo humano y social de nuestros alumnos, y ocasiones como estas son absolutamente necesarias para su formación como futuros adultos. Por muchos años más.
Muchas gracias, Paco, por tu comentario y por animar a tus chavales a participar de esta experiencia que, a la postre, ha resultado tan enriquecedora. ¡Maravillosos los tres grupos de 1º de Bachillerato de este año!
Magnifica experiencia para los chavales
Muchas gracias Inma, María José, Tomas y Carlos
Muchas gracias por tu comentario. Recuerda que cada quince días habrá un post nuevo en «El blog del Nuevo Velázquez». ¡Te esperamos!
Soy alumno del centro,el viaje a jaca fue perfecto,tanto,que volveria el año que viene.
Las actividades todas muy divertidas,el ambiente con los compañeros fue increible y los profesores como si fueran uno mas con los alumnos.
¡Con alumnos como vosotros es fácil que todo salga bien! ¡Fuerte abrazo, Rafa!
Fantástico post, Carlos, muy ameno y cargadísimo de vocación por la «enseñanza total», incluso durante los viajes de fin de curso. Creo que vuestros alumnos son muy afortunados por teneros al timón de esta etapa de sus vidas. Soy madre de adolescentes y sé de lo que hablo.
¡Enhorabuena!
Gracias por tu comentario, Luisa. Y también por ser la artífice en la sombra de que la organización de los viajes del Nuevo Velázquez funcione siempre como un reloj… ¡Fuerte abrazo!
Fantástico post, Carlos. Gracias por compartir con nosotros tantas emociones. El que disfrutó el viaje por aquí no las verbalizó con una prosa como la tuya, pero lo vivió con el mismo entusiasmo. Mil gracias por haberlo hecho posible.
Mil gracias por tu comentario, Leticia. Podemos dar fe de que tu hijo disfrutó a lo grande. Además, contribuyó de manera fundamental al buen ambiente que hubo en el viaje y a «crear grupo». ¡Fuerte abrazo!
El viaje ha sido una experiencia maravillosa para mi hijo, estaba tan emocionado y con tanta y ilusión, y la verdad que se cumplió según cuenta, todo lo que había imaginado. Que decir, que lo académico es importante en la vida pero lo emocional mucho mas, y las experiencias que han vivido se quedan en el alma para siempre. Las risas, la complicidad, la convivencia, la naturaleza, todo unido ha hecho que se lo pasaran fenomenal.
Muchas gracias Inma, M.ª José, Tomas y Carlos, por haber hecho posible este viaje tan especial.
¡Muchas gracias a ti, Marta, por tu confianza, que posibilita que podamos hacer actividades tan interesantes y enriquecedoras como el viaje de Bachillerato! Fue una experiencia completísima e inmejorable para todos los que fuimos a Jaca. ¡Fuerte abrazo!