Diplomacia y resolución de conflictos
“El blog del Nuevo Velázquez” se va de vacaciones hasta el lunes 16 de septiembre. Gracias a todas aquellas personas que, durante este curso, nos habéis leído y dejado comentarios. Ha sido un placer. Feliz verano y hasta la vuelta.
En febrero del 2022 todos amanecíamos con una noticia que nos sorprendió: un país en la propia Europa había sido invadido por una superpotencia. Esa noticia obligó a los países a tomar posición, de manera indirecta, y apoyar a uno de los dos estados en conflicto. Nadie se quería mojar, nadie quería que en Europa se viviera otro episodio como el que se vivió en el siglo XX. El problema es que, a raíz de ese acontecimiento, la situación mundial cada vez es más tensa, con un número creciente de conflictos internacionales. De hecho, no hace mucho Irán respondía a Israel con el lanzamiento de una serie de misiles elevando al máximo la tensión en el Oriente Medio. Vivimos en una especie de “Segunda Guerra Fría” donde las principales potencias mundiales compiten entre ellas por demostrar su fortaleza en vez de intentar que aquellos países enfrentados unos a otros rebajen tensiones.
Ante esto nos podemos preguntar ¿y si apostamos por la diplomacia como resolución de conflictos? La diplomacia es un aspecto fundamental en el buen funcionamiento del día a día, en todos los ámbitos, incluso en el escolar. A través de la negociación, el dialogo, la cesión y la escucha se pueden encontrar soluciones pacíficas a problemas que, de no ser así, podrían desencadenar en conflictos mayores. En muchas ocasiones encontramos en el propio aula algún conflicto en el que los alumnos y alumnas han sido incapaces de poder solucionarlo porque no han hecho una escucha atenta. Es importante trabajar con ellos cada día la alternativa pacífica a los distintos desafíos que se van a encontrar, primero en esta etapa, en la escolar y luego en su vida adulta, que no va a estar exenta de pruebas, desafíos e incluso de esos temidos conflictos. Apostar por el diálogo como herramienta para encontrar soluciones que satisfagan a ambas partes tiene que ser una prioridad. Ejemplo del buen trabajo de la diplomacia fueron los Acuerdos de Paz de Dayton en 1995 con el que se ponía fin a la guerra en Bosnia y Herzegovina gracias a la participación de representantes de los distintos grupos étnicos en el que todas las partes escucharon, dialogaron, cedieron, acercaron posturas y finalmente solucionaron el conflicto.
Para que la diplomacia llegue a buen puerto hay que superar una serie de desafíos, siendo el mayor la falta de confianza entre las partes. Si se quiere resolver un problema en el aula es necesario que ambas partes confíen en querer llegar a ese entendimiento y que, especialmente, confíen en el intermediario, sabiendo que no se va a situar en ninguno de los dos extremos. Es cierto que, aunque el intermediario ayudará en la resolución del conflicto, si las partes involucradas no quieren llegar a ningún acuerdo éste no se producirá, por ello otro de los grandes desafíos de la diplomacia es la voluntad para resolver el conflicto.
Para que la diplomacia sea real ante la resolución de un conflicto en el aula debemos potenciar la confianza entre los involucrados, pudiendo crear un lugar de trabajo en el que se examine el conflicto, separando lo importante de aquello que no suma en dicha resolución y promoviendo el intercambio de perspectiva de dicho problema. Nuestro papel, como docentes en este caso, será el de conseguir que la mediación sea efectiva, mostrando total imparcialidad con total disposición a escuchar y entender las necesidades de ambas partes.
Consigamos entre todos, cada uno desde nuestro ámbito, apostar por la diplomacia como método eficaz para resolver conflictos con el fin evitar desencadenar conflictos mayores. Confianza y mediación eficiente como pilares fundamentales en dicha resolución.
Autor
Ignacio Heras
Ignacio Heras es profesor de Geografía e Historia en el colegio Nuevo Velázquez de Madrid desde 2022. También imparte Lengua y Literatura. Es, además, tutor de un grupo de bachillerato.
¡Pedazo de artículo para acabar la tercera temporada del blog del cole! Me ha encantado, amigo. Un fuerte abrazo y feliz verano, Nacho.
Querido compañero, apuesto como dices por entrenar a nuestros alumnos en la alternativa pacífica. Los conflictos son inevitables porque cada uno tenemos una plantilla de vida diferente, valores e ideales diferentes y no por eso tengo que entrar en guerra. Si todos enseñasemos la importancia de saber llegar a acuerdos y el respeto por las diferencias, seríamos una Sociedad más diplomática.
¡Buenas parte de la filosofía del Nuevo Velázquez está recogida en tu comentario y en el artículo del amigo Nacho! ¡Fuerte abrazo, Ángela!
Preciosa publicación Ignacio. Ojala todos, en cada ámbito de nuestra vida y ante conflictos grandes o pequeños, podamos tener la paciencia de escuchar y buscar de forma pacífica soluciones. Y si no somos capaces, tener al menos la humildad de admitirlo y pedir ayuda. Cualquier forma de enfrentamiento no pacífico, no afecta solo a los involucrados, sino que repercute a todos. Por ello deberíamos reflexionar sobre lo que comentas y empezar a aplicarlo en cada pequeña discordia del día a día.
Gracias y feliz verano Ignacio
Muchas gracias por tu comentario, Eva, y por tu apoyo al colegio y a «El blog del Nuevo Velázquez». Un fuerte abrazo.
Me ha interesado mucho este artículo del profesor Heras. Le felicito por las ideas que expone y por su forma de hacerlo.
¡Gracias por tu apoyo a «El blog del Nuevo Velázquez»! ¡Un fuerte abrazo y feliz verano, Sole!
Excelente artículo profesor Heras, otro artículo más que escribes, me ha encantado MUCHO, como ha cambiado el mundo, eso de la guerra que empezó en febrero 2022 madre mía, repito BUEN ARTÍCULO profesor Heras, para acabar «QUIERO DESEAROS UN BUEN VERANO AL NUEVO VELÁZQUEZ» espero que el curso 2023-24 haya sido bueno y que el curso 2024-25 sea más y mejor
Muchas gracias por tu comentario, Rubén. Pasa un buen verano, un fuerte abrazo.