Enseñar es dejar huella
En el ducentésimo septuagésimo octavo día de años atrás ocurrieron acontecimientos tan importantes como la caída de Babilonia ante el Imperio persa, la Marcha sobre Versalles para protestar ante el rey Luis XVI de Francia por la falta de alimentos o una revolución en Asturias en la que la clase obrera tomó el poder durante quince días haciendo frente al Gobierno de la República española. Hace unas semanas, el 5 de octubre, como viene siendo habitual desde 1944, se celebró también el Día mundial del docente.
Para los que integramos el profesorado en el Colegio Nuevo Velázquez esta es una fecha que nos enorgullece, pues dedicamos parte de nuestro tiempo, no solo laboral sino también personal, a lo que consideramos un pilar básico de la sociedad: el desarrollo integral de nuestros alumnos y alumnas. Nosotros, como profesionales de la enseñanza, hemos entendido que contribuir a la formación de nuestro alumnado trasciende más allá de la transmisión de conocimientos académicos, pues nuestro papel hoy en día tiene que potenciar el crecimiento personal, el aprendizaje significativo, el desarrollo competencial y la motivación por aprender. Desde nuestra posición debemos trasladar tranquilidad, serenidad y calma ante momentos de estrés y angustia.
Escribiendo estas líneas es imposible no acordarse de una de las grandes piezas en el proceso de enseñanza-aprendizaje: el alumnado. Todos ellos son el motivo por el que cada día llegamos a nuestro trabajo con las ganas y la ilusión de poder enseñarles algo nuevo, o simplemente de ayudarles y hacerles crecer como personas, pues el alumnado que aprende no es solamente el que quiere, también el que se encuentra motivado, el que aprovecha el tiempo, el que crea ambiente o el que se siente con fuerza. Para ello, en muchas ocasiones, solo se necesita de la comprensión y el afecto del que va a transmitirle el conocimiento. Conocerles día a día hace que reafirmemos nuestro compromiso con la enseñanza, y por ello, en el Día mundial del docente, si a alguien le tenemos que dar las gracias, es a ellos. Tampoco podemos dejar atrás a las familias, a los padres y madres, que gracias a la confianza que han puesto en nosotros han hecho posible que podamos conocer a alumnos talentosos. Su ayuda incondicional y constante es nuestro soporte.
Decía Aristóteles que las raíces de la enseñanza son amargas, sin embargo, la fruta es dulce. Qué razón tenía. Poco a poco nos vamos dando cuenta de que nuestra profesión es una carrera de fondo, y que no debemos cansarnos, que con empatía, paciencia y comprensión podemos llegar a nuestros objetivos: hacer que los alumnos y alumnas del Colegio Nuevo Velázquez alcancen sus metas, las que ellos decidan. Acabada la etapa educativa, a ellos les tocará conquistar sus proyectos: soñar, acariciar metas inalcanzables, hacer la Revolución, mirar al universo con ojos de conquistador, imaginarse gobernando, o simplemente soñar que, al cerrar los ojos, les rodea una gran familia. Sea lo que sea, ¡a por ello!
Autor
Ignacio Heras
Ignacio Heras es profesor de Geografía e Historia en el colegio Nuevo Velázquez de Madrid desde 2022. También imparte Lengua y Literatura. Es, además, tutor de un grupo de bachillerato.
Hola.Soy José.Me enorgullece haber estudiado en este instituto(soy antiguo alumno) y he de mencionar que los profesores nos ayudan en lo que puedan.Son muy buenos con todos y se nota que les gusta lo que hacen.Siempre os recordaré con cariño, profesores.
José.
Muchas gracias por tu comentario, Jose. Nos alegra que guardes un recuerdo tan bueno de los profesores del Nuevo Velázquez. Nosotros también nos enorgullecemos de alumnos tan estupendos y comprometidos como tú. ¡Un fuerte abrazo!
¡Pedazo de artículo, Nacho! Gracias por animarte a escribir en el blog y por tu estupendo arranque de curso: ilusión de recién llegado y maneras de veterano. Un abrazo muy grande.
Precioso artículo, compañero Nacho!!! palabras que trasmiten vocación e ilusión. Gracias
Gracias por tu comentario, Ángela. ¡Anímate, tú también, a escribir algo para «El blog del Nuevo Velázquez»! Fuerte abrazo.
Me ha encantado el artículo, qué buen resumen y qué bien explicada la labor del docente. El final del mismo, simplemente genial, es tan emotivo como real.
Como madre de alumno del centro, e hija y sobrina de profesoras, muchísimas gracias por vuestra tarea diaria.
¡Muchas gracias a ti, Araceli, por tus palabras y por leer «El blog del Nuevo Velázquez»! Un fuerte abrazo.
Felicidades profesores del Nuevo Velázquez que hoy es vuestro día.
Pero vamos que hay que felicitaros todos los días por esa labor que hacéis.
Y que gran verdad nunca hay que dejar de estudiar porque siempre hay cosas nuevas que aprender. Un artículo de lujo y enhorabuena.
Muchas gracias por tu comentario y por tu apoyo, María José! Un fuerte abrazo.
¡Qué artículo tan bonito! Está escrito con el corazón y demuestra el interés y el cariño que todos los profesores del Nuevo Velázquez sentís por vuestro trabajo y por vuestros alumnos. Seguro que cuando nuestros hijos se marchen del centro, os recordarán con ese mismo cariño que vosotros les mostráis ahora… y copiarán muchas de vuestras actitudes. El afecto, el entusiasmo, la empatía, la dedicación, el esfuerzo, la constancia, la simpatía… son comportamientos y sentimientos recíprocos, se contagian… Gracias a todos.
Un comentario precioso, Silvia. Nos alegramos mucho de que te haya gustado el artículo. Muchas gracias por tu apoyo y por participar en «El blog del Nuevo Velázquez». Un fuerte abrazo.
Interesante artículo y muy motivador. Ser profesor es una carrera vocacional muy dura pero también gratificante, pues esa vocación es la que vais a transmitir con alegría a los alumnos. Como madre os estoy eternamente agradecida.
Un abrazo a todos.
¡Eso intentamos, Miriam! Desde el colegio también estamos profundamente agradecidos a los padres y madres implicados. ¡Cuando escuela y familia van de la mano, las cosas son mucho más sencillas! Un abrazo enorme.
Enhorabuena por el artículo.
Otro gran fichaje del Nuevo Velázquez. Me da tanta tranquilidad leer estas declaraciones de los profesores de mi hijo, que os estaré eternamente agradecida.
Gracias por vuestras gran dedicación.
Fichajazo, sí señora. Muchas gracias por tu apoyo constante, María Jesús. ¡Un fuerte abrazo!