Cómo evitar que nuestros adolescentes se infravaloren
La intención de las familias y educadores es lograr que se establezca una confianza mutua con el adolescente que facilite el dialogo. Una condición para que esto se dé es que haya una comunicación adecuada.
La comunicación consiste en hablar y escuchar, y nos lleva a conectarnos con nosotros mismos y con otras personas de manera que permite que aflore nuestra capacidad de empatizar. Nuestros gestos y el tono de voz son importantes. También la postura forma parte de la comunicación, la llamada comunicación no verbal que, en ocasiones, prevalece sobre aquello que decimos, por lo que tiene una gran importancia.
En muchas ocasiones, como educadores, limitamos las conversaciones con nuestros adolescentes a aquellos aspectos que más nos preocupan: las amistades, los estudios, sus errores… El problema de esto es que los chicos se sienten continuamente observados y juzgados y les cuesta comunicarse con nosotros y expresar lo que sienten y piensan realmente.
Los adolescentes buscan la imagen satisfactoria de sí mismos y esto les hace vulnerables y frágiles a la percepción que los adultos tienen de ellos. Si sienten que son infravalorados por alguien, pueden sentirse avergonzados y desarmados y pueden llegar a encerrarse en sí mismos, mostrándose incluso agresivos. De ahí la importancia de animarles a continuar, a pesar de los errores, haciéndoles entender que el error es una oportunidad de aprendizaje.
Otro aspecto fundamental es eliminar las etiquetas, que estigmatizan y perjudican. Por ello es importantísimo intentar ser descriptivos cuando se hable de sus comportamientos, para que puedan entender lo que han realizado inadecuadamente y tengan la oportunidad de rectificar.
Todos somos únicos, por ello evitar comparaciones con sus compañeros, amigos y hermanos resulta también importante. La comparación lleva a la desvalorización y genera rivalidad, los chavales se sienten eclipsados y eso les lleva a sentirse muy heridos. Si deseamos que mejoren en determinados aspectos, hay que hacer la petición de forma positiva: “Me gustaría que estudiases a diario para mejorar los resultados”, por ejemplo.
También es importante adaptar nuestras exigencias a sus posibilidades reales y reconocer los éxitos, por pequeños que sean, esto favorecerá que aprendan a tolerar sus errores y continuar mejorando.
Para concluir, no nos olvidemos de lo importante que es animarles y mostrarles, tanto padres como profesores, satisfacción por los pequeños logros, ya que esto les ayuda a confiar en sí mismos, asumir sus actos y continuar trabajando para mejorar.
Un adolescente que no se infravalora está preparado para aprender y ser feliz. Pongamos todos de nuestra parte para que esto sea así.
Autora
Ángela Martín
Ángela Martín es psicóloga y, desde 2017, jefa del departamento de Orientación del colegio Nuevo Velázquez, en el que trabaja con adolescentes de ESO y Bachillerato.
Magnífico artículo, Ángela, lleno de pautas y consejos prácticos que resultan realmente útiles. ¡Enhorabuena por el escrito y muchas gracias por la aportación!
Muy buen artículo, lo aplicaré con mi hijo.
Muchas gracias
La motivación del alumnado es uno de los fuertes de Ángela y del equipo de orientación del colegio. ¡Muchas gracias, Yolanda!
Gracias por tu artículo Angela ,con él nos guías para acercarnos y ayudar a nuestros adolescentes que tanto nos necesitan
¡Eso intentamos, María Isabel! Un fuerte abrazo y muchas gracias por tu comentario.
Un estupendo artículo, lleno de sabios consejos y propuestas para el trato con esa etapa tan difícil que es la adolescencia. Enhorabuena!!!
¡Gracias por tu apoyo constante, Sole! Un abrazo muy fuerte.
Muchas gracias, importantes y valiosas observaciones que son de gran ayuda.
Saludos.
Gracias por tu comentario y por tu apoyo, Juan. Nos alegra que te haya gustado el artículo.
Muchas gracias Ángela, muy interesante lo que has escrito. Ahora nos toca a los padres saber aplicarlo.
Gracias de nuevo
Si necesitáis cualquier tipo de ayuda para la aplicación práctica de las pauta, aquí estamos. Un fuerte abrazo.
Un artículo que tendré que imprimir y releer para aprovechar todas las pautas que nos das, ¡muchas gracias Ángela!
Nos alegra que así sea. Gracias a ti, Susana, por leer y comentar «El blog del Nuevo Velázquez».
Gracias por las instrucciones, Ángela. Muy útiles. Y comparto al 100% tu reflexión, que importante es tener a un alumno valorado y motivado para que su proceso de enseñanza-aprendizaje sea satisfactorio. Es tarea de todos, y ahí estaremos.
Gracias, Nacho, por tu comentario de estas pautas que conoces bien. ¡Fuerte abrazo!
Muchas gracias por tus consejos Ángela. Ser padres de un adolescente nunca es fácil, pero si además tiene TDAH, la situación se complica, pues muchas veces sus reacciones no están entre las posibles que tú te habías imaginado. Por eso, cualquier orientación sobre cómo acercarnos a él, y más aún si viene de alguien especializado en este tema, como tú, siempre es bien recibida.
Un abrazo
Unas pautas teóricas claras son el necesario inicio para una buena interpretación práctica. ¡Muchas gracias por tu apoyo constante, Silvia, y por tu atenta lectura de «El blog del Nuevo Velázquez»! Un fuerte abrazo.
Importante reflexión, Ángela. Tu artículo desprende la energía, la ilusión y el respeto con las que trabajas día a día en el cole. Cuánto nos has enseñado sobre el vínculo y la conexión con el adolescente y cuánto te queda por enseñarnos. ¡Enhorabuena!
Magnífico comentario, María José. De conectar con los chavales y hacer que se sientan cómodos tú también sabes un montón. ¡Un abrazo fuerte y muchas gracias por tu comentario!
Excelente artículo, muy interesante, me ha gustado
¡Muchas gracias, Rubén, fuerte abrazo!