Malos tiempos para la clase de Lengua
En algunas ocasiones, cuando hablo con los que antaño fueron mis compañeros de carrera, y ahora también profesores de lengua y amigos, coincidimos en que, año tras año, asistimos resignadamente al hundimiento y caída de la asignatura de lengua y literatura española, sobre todo en el 2º ciclo de secundaria y en bachillerato, debido a que las instituciones educativas imponen un enfoque demasiado teórico y nada práctico. Eso sin contar que, por mucho interés que los profesores le pongamos a la asignatura, está claro que en un mundo globalizado y lleno de tecnologías, lo que mueve a los jóvenes es ver vídeos en Tik Tok o seguir a los influencers, y no leer poesía de Gonzalo de Berceo o de Garcilaso de la Vega. La verdad es que los entiendo muy bien, porque a mí, con 16 años también me parecía un rollo tener que leer cosas que no entendía muy bien y con las que, además, no me identificaba en absoluto.
Creo que a día de hoy no estaría mal añadir al currículum de la asignatura un poco más de práctica, insuflarle algo de aire fresco o aderezarla con algunas novedades que la hagan atractiva para los adolescentes del siglo XXI ¿Qué tal si, por ejemplo, ejercitásemos más la redacción escrita y las exposiciones orales? ¿Qué tal darle preferencia al vocabulario y meter más novela contemporánea? ¿Qué tal fomentar más la lectura en las aulas mediante una literatura comparada con las películas de esas lecturas llevadas al cine? ¿Por qué no incluir los cómics entre las lecturas? Creo que son opciones que podrían servir para, al menos, captar su atención o atraer a nuestros alumnos hacia la lectura, ya que según la Federación de Gremios de Editores de España, más de la mitad de los adolescentes entre 15 y 18 años no lee ningún libro, y si lo hacen, es por obligación.
Pero ¿por qué ocurre esto en nuestras aulas? Sencillamente porque los alumnos no entienden lo que leen, porque el rancio currículum de la asignatura parece no darse cuenta de que lo que ofrece no es atractivo para ellos, porque la sociedad ha evolucionado y porque la literatura española que viene impuesta desde las altas esferas, básicamente centrada en siglos anteriores, ofrece temas poco atractivos y poco cercanos a su realidad, por los que no sienten ningún interés. Y ojo, que no hablo de cargarme de un plumazo a los grandes clásicos de nuestra literatura, sino de darle un cambio en cuanto a la distribución de contenidos, y añadir otros aspectos que hasta ahora poco o nada se han desarrollado. No es casualidad que los adolescentes de hoy (y creo que también de mañana) no sepan expresarse por escrito, tengan terribles faltas de ortografía y su expresión tanto oral como escrita sea, en muchos casos, un desastre ininteligible.
¿Cómo inculcarles a nuestros alumnos el gusto por la literatura y la lectura cuando en el currículum de bachillerato se exige a los alumnos que van a hacer la EVAU que resuman en un folio 90 años de poesía o de teatro? ¿Qué puede salir de ahí? Un aglutinamiento de características, escritores, tendencias y obras, totalmente vacío, aprendido de memorión para salvar el escollo de la EVAU y que olvidarán al cabo de un día. ¿Se puede inculcar así el gusto por la literatura y por la lectura en una asignatura basada en memorizar movimientos con sus características, junto con la obligación de leer tres libros al año de los cuales sólo uno es posterior a 1975? Lo veo un reto difícil con adolescentes entregados más al móvil y a las redes sociales que a comprar ningún libro. Padres y profesores de lengua, principalmente, debemos aunar nuestras fuerzas para inculcar a nuestros hijos y alumnos el gusto por la lectura y por la literatura, porque como bien decía Cervantes: “El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”.
Autora
Inmaculada Blanco
Inmaculada Blanco es profesora de Lengua y Literatura en el colegio Nuevo Velázquez de Madrid desde el año 2009. Desde 2014, además, forma parte del equipo directivo del centro y actualmente desempeña la función de subdirectora.
Me ha encantado, mucho el artículo de Inma, tengo muy buenos recuerdos con ella, desde 2º ESO hasta 2º Bachillerato, seis cursos: 2º ESO, 3º ESO y los dos 4º ESO y Bachillerato, tres veces fue mi tutora, 3º ESO, 4º ESO y 2º Bachillerato, gran artículo
Gracias por tu comentario, Rubén. ¡Un fuerte abrazo!
No puede tener más razón ni estar más acertada en sus comentarios la profesora Inma Blanco. Estoy totalmente de acuerdo con que el enfoque de la asignatura de literatura es demasiado teórico y rancio. Llevamos más de cuarenta años con las mismas lecturas, la mayoría sin interés alguno para los jóvenes de hoy. Sin atender en absoluto a las manifestaciones literarias de la actualidad que, por supuesto, conectan, como no puede ser de otra manera, con las nuevas tecnologías y formas de expresión. Sin valorar la redacción ni la expresión oral. En fin, que al profesor o profesora de Literatura no se le posibilita poder transmitir el gusto por la asignatura. Muchas gracias a Inma por sus opiniones que nos ayudan a reflexionar.
Gracias, Sole, por tu aportación. Se nota que sabes perfectamente de lo que hablas porque has sufrido en tus carnes muchas de las dificultades que cita Inma en su artículo. ¡Un abrazo muy grande!
Los buenos profesores de Lengua y Literatura son fundamentales para que esta asignatura llegue fresca al alumnado. Profesoras y profesores como María José, Lucía, Nacho o, por supuesto, la gran Inma, que tan acertada está en este magnífico texto. ¡¡Vivan los profesores y profesoras de Lengua del Nuevo Velázquez!!
Completamente de acuerdo. Por una parte, creo que la mejor forma de aprender algo es practicarlo y la práctica, si es escrita aún mejor. En ese sentido tu planteamiento de redacciones y exposiciones orales, para mí, tiene bastante sentido.
También me parece coherente actualizar contenidos y encontrar lo que pueda ser más atractivo para la lectura.
Creo que no somos pocos los que hemos leído obras clásicas no cuando teníamos 15 años sino mucho más tarde cuando las hemos descubierto sin que fueran un tostón impuesto para salvar exámenes.
Ánimo en la lucha, que no es pequeña.
Gracias por tu comentario. ¡Te esperamos, dentro de dos semanas, en «El blog del Nuevo Velázquez»! Un fuerte abrazo.
Estoy de acuerdo con Inma en sus comentarios, tal vez sean las nuevas tecnologías las que hacen que nuestros hijos estén más alejados de la literatura, pero cuando yo estudié, los profesores nos hacían amar a Lope, a Calderón. Recuerdo leer Niebla de Unamuno y llegar a clase, mis compañeros, como yo sorprendidos de que el personaje hable con el autor. Leíamos los libros a la vez y los comentábamos en clase entre todos.
De todas formas, estoy contigo Inma, lo importante es leer, por todo el beneficio que nos aporta en nuestra vida.
Los chavales tienen una cantidad de alicientes que les distraen y dificultan el proceso de enseñanza-aprendizaje. ¡Gracias por tu comentario!
Coincido totalmente con lo que comentas y a favor de las propuestas tan interesantes que sugieres. Que importante navegar todos en la misma dirección.
¡Excelente texto!
Gracias por tu apoyo a las propuestas que en el artículos se hacen. Inma sabe de lo que habla porque tiene una gran experiencia dando clase de Lengua y Literatura en todos los cursos de la ESO y el Bachillerato. Un abrazo.
Totalmente de acuerdo con Inma. Estupendo y muy acertado el post. Si el sistema tradicional no está funcionando en nuestros chicos, tendríamos que adaptarnos para inculcarles la ilusión y el disfrute de la lectura buscando contenidos más acorde a los tiempos de ahora y sus gustos. Lo importante es encender la llamita ahora para que puedan convertirse en lectores disfrutones. Gracias por plantear esta cuestión y a por ello. Pequeños cambios, consiguen grandes resultados.
Así es, Eva. Muchas gracias por tus palabras y por tu apoyo. Un fuerte abrazo.
Me ha encantado el artículo, me siento totalmente identificada con lo que vivo en casa con tres adolescentes.
Fueron niños lectores, sobre todo uno de ellos, han visto leer y amar los libros desde pequeños y al llegar la adolescencia tienen otros intereses y prioridades, no les motiva nada leer
Esperemos que lo sembrado florezca con el paso del tiempo
Lo sembrado dará sus frutos, Eva, eso seguro. ¡Nada menos que tres adolescentes! Seguro que se convierten en grandes lectores. Fuerte abrazo.
Totalmente acertada nuestra compañera Inma en este artículo. No es posible que los sucesivos cambios educativos y legislativos afecten a la metodología de lleno y no tanto a los contenidos curriculares. En general, los profesores de letras lo vemos cada año, alumnado desmotivado con temarios y lecturas muy arcaicas y extensas, y llegando, en el mejor de los casos, a la actualidad a final de curso. Tenemos la tarea de buscar un equilibro pasado/presente donde seamos capaces de no olvidar los grandes hitos literarios pero donde el alumno sea capaz de sentirse atraído por ello.
¡Gracias, Nacho, muy interesante tu aportación! En efecto, los temarios y programas de las asignaturas de letras son, a menudo, sus principales enemigos. Un abrazo muy grande al follower número uno de «El blog del Nuevo Velázquez».
Me uno a las felicitaciones, me ha encantado la propuesta. Yo os animaría a llevarla a la práctica, aunque sea parcialmente. La EVAU es importante, pero hay que buscar espacios de éstimulos diferentes para la lectura y la escritura de nuestros adolescentes.
Muchas gracias, Pablo. Te esperamos cada dos semanas en «El blog del Nuevo Velázquez». ¡Abrazo!
¡Excelente artículo Inma! Totalmente de acuerdo contigo. Estoy convencida de, hoy por hoy, soy quien soy por todos los libros y cómics que he leído desde mi infancia. Qué estupendas aquellas clases de literatura en las que debatíamos sobre la lectura propuesta… y cuántas conversaciones con los amigos sobre los detalles más impactantes del último libro leído…
¡Cuánto juego da un buen libro! Tenía razón Cervantes…
Gracias, Susana. Un fuerte abrazo.
Me parecen estupendas todas las propuestas de Inma para intentar acercar a nuestros hijos a la literatura y estoy especialmente a favor de ejercitar más la redacción escrita. Habituarse a escribir primero, puede ser el camino que les lleve a leer después.
Cuando yo iba a la universidad hacíamos ejercicios de redacción muy interesantes. Hace muchísimo tiempo de aquello, pero puede que alguno aún sirva. Por ejemplo:
– En lugar de hacer una redacción sobre lo que habíamos hecho en tal situación (cumpleaños, viajes, etc.), teníamos que escribir sobre lo que habíamos sentido. Esto te obliga a analizarte y a involucrarte más en la actividad; a escribir con más sentimiento.
– También teníamos que cambiar los finales de los libros de lectura obligatoria y escribir otros finales, más acordes con nuestra actualidad. Esto, sin apenas darte cuenta, te lleva a comparar épocas muy diferentes.
– Otra tarea entretenida era elegir un personaje del libro e ir escribiendo cómo nos comportaríamos nosotros en su lugar.
En fin… lo que sea con tal de que lean, o mejor dicho, de que disfruten leyendo.
Gracias a Inma por el post y por ponerse en la piel de sus alumnos de una manera tan acertada.
Un abrazo.
Gracias por tu comentario, Silvia, y por contarnos tus experiencias. Los ejercicios que propones son realmente interesantes. Ponerse en la piel de los chavales es un paso imprescindible para poder orientar la clase de la mejor manera posible. Un fuerte abrazo.
Me ha encantado el contenido y enfoque de Inma Blanco. Qué razón tiene y qué poco se habla de ello. La tecnología ha cambiado nuestras vidas y la forma en que nos comunicamos e interactuamos. La literatura es una de las más afectadas y las propuestas de Inma son las que hay que poner en marcha para recuperar el interés y adaptar los metodos de aprendizaje utilizando otros canales más atractivos para los jóvenes. Enhorabuena Inma gran artículo, debiera llegar a los responsables del Ministerio de Educación y Comunidad Autónoma.
¡Muchas gracias por tu comentario, Blanca! Muchas veces los constantes cambios de leyes educativas ponen el foco en aspectos mucho menos importantes y no en lo verdaderamente fundamental. ¡Un fuerte abrazo!