La sobreprotección en estudiantes con dificultades de aprendizaje
Este artículo pertenece a una serie de tres textos, que se publicarán en El blog del Nuevo Velázquez los días 12 de febrero, 26 de febrero y 11 de marzo, y que reflexionan y abordan desde diversos puntos de vista el concepto de la Sobreprotección en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Cada texto constituye una opinión personal de la persona que lo escribe y pretendemos, aunque no se esté de acuerdo con todo lo que se dice, hacer reflexionar a nuestros lectores.
La educación de estudiantes con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y dificultades de aprendizaje requiere enfoques específicos que fomenten su desarrollo integral. Sin embargo, la sobreprotección puede convertirse en un obstáculo inadvertido en este camino, afectando al crecimiento autónomo y a la autoestima de estos jóvenes. Es fundamental encontrar un equilibrio que promueva la independencia y el aprendizaje positivo.
La sobreprotección, aunque motivada por el deseo de cuidar y apoyar a los estudiantes, puede tener consecuencias negativas en su desarrollo. En el caso de estudiantes con TDAH y dificultades de aprendizaje, es esencial entender que enfrentar desafíos y superar obstáculos contribuye significativamente a su crecimiento personal y académico. La sobreprotección excesiva puede privarlos de la oportunidad de desarrollar habilidades para la resiliencia y la resolución de problemas.
Un aspecto crucial a considerar es la autonomía. Los alumnos con dificultades de aprendizaje a menudo enfrentan dificultades para mantener la concentración y la organización. Sin embargo, proporcionarles constantemente soluciones o intervenir en cada desafío puede limitar su capacidad para desarrollar estrategias propias. Fomentar la toma de decisiones y la resolución de problemas les capacita para enfrentar los desafíos académicos y cotidianos.
La sobreprotección también puede tener un impacto en la autoestima de estos estudiantes. Sentirse constantemente vigilados o percibir que no se les permite tomar decisiones por sí mismos puede generar una sensación de incapacidad. Es esencial cultivar un entorno que reconozca sus logros, por pequeños que sean, y brinde oportunidades para que los estudiantes demuestren su capacidad y progresen a su propio ritmo.
En lugar de sobreproteger, es fundamental fomentar la comunicación abierta y la colaboración entre padres, educadores y estudiantes. Construir un equipo de apoyo que trabaje en conjunto para abordar los desafíos específicos de cada estudiante puede marcar la diferencia. Establecer metas realistas y diseñar estrategias adaptativas ayudará a crear un entorno de aprendizaje que promueva el éxito.
En conclusión, el papel de la sobreprotección en la educación de estudiantes con TDAH y dificultades de aprendizaje es un tema crucial a tener en cuenta. Si bien el apoyo y la comprensión son fundamentales, es igualmente importante permitir que estos estudiantes desarrollen habilidades de afrontamiento, autonomía y autoestima. Encontrar un equilibrio entre el apoyo necesario y la promoción de la independencia contribuirá al éxito académico y personal de estos jóvenes, brindándoles las herramientas necesarias para enfrentar los desafíos que se presenten en su camino educativo.
Autora
Ángela Martín
Ángela Martín es psicóloga y, desde 2017, jefa del departamento de Orientación del colegio Nuevo Velázquez, en el que trabaja con adolescentes de ESO y Bachillerato.
Estoy totalmente de acuerdo con la orientadora Ángela Martín. Creo que la sobreprotección de hoy día a los niños y adolescentes es muy perjudicial para su formación. Enhorabuena por el artículo!
¡Muchas gracias por tu comentario y tu constante apoyo a «El blog del Nuevo Velázquez»! Un fuerte abrazo.
¡Estupendo artículo, Ángela! Muchas gracias por sentar las bases de lo que va a ser una trilogía de textos, en mi opinión, muy interesante.
Muchas gracias Angela, lo tendremos en cuenta, a veces los padres tenemos la idea de que si no les protegemos, les estamos dando de lado y con este artículo creo que nos ayudas a muchos papás a actuar un poco más racionalmente.
Gracias
¡Muchas gracias por tu reflexión, Celia! Es cierto que muchas veces resulta complicado dar con el punto de equilibrio: proteger pero sin pasarnos.
Hola Ángela.
Muchas gracias por tu texto. Me temo que has tratado un tema peliagudo…
Es muy difícil para personas que no somos neurólogos, psicólogos ni profesores especializados en TDA encontrar el equilibrio entre apoyar a nuestros hijos con dificultades de aprendizaje y promover su autonomía.
Lo que hace que muchos padres nos sentemos cada tarde a ayudar a nuestros hijos con las tareas del colegio es el miedo a que, al tardar tantísimo en organizarse, memorizar y terminar los deberes de cada asignatura, acaben perdiéndose ante un temario interminable. ¿Y por qué este miedo? Porque si se pierden, acumulan materia, y al acumular materia, se desmotivan. Y al desmotivarse, es mucho más probable que suspendan. Y si suspenden, se les baja la autoestima, y sin motivación ni autoestima, es realmente difícil sacar el curso adelante. Y si se descuelgan del curso… ¿qué hacemos?
Todo esto es lo que vivimos a diario muchos padres de niños con TDA. Es un tira y afloja constante para intentar mantener cierta armonía entre nuestro apoyo y su independencia, la vida escolar y la vida familiar, los momentos de ocio y el descanso… ¡Menos mal que te tenemos y os tenemos ahí para orientarnos y “equilibrarnos”! A ver qué nos contáis en el próximo texto.
Un abrazo grande
Querida, Silvia, gracias por aportar luz a este interesante debate. Precisamente lo que nos gustaría plantear con esta serie de tres artículos es la diferencia entre la PROTECCIÓN, que, con chavales con dificultades de aprendizaje y adolescentes en general, no sólo es conveniente sino que es absolutamente imprescindible; y la SOBREPROTECCIÓN, que, en palabras de Giorgio Nardone se puede definir como «la ayuda que daña». Muchas gracias, Silvia, un fuerte abrazo.
¡Totalmente de acuerdo con tu artículo, Ángela! Ya lo he dicho muchas veces, creo que la clave esta en saber relativizar los errores y aprender de las equivocaciones.
Así es, Nacho, ya explicó nuestra compañera Lucía lo importante que era utilizar el error de una manera constructiva. ¡Fuerte abrazo!
Excelente artículo Ángela, muy interesante, me ha gustado mucho leerlo
Gracias por tu comentario, Rubén. ¡Un fuerte abrazo, máquina!