El blog del Nuevo Velázquez

EDUCACIÓN EN MAYÚSCULA

Sobreprotección en el proceso de enseñanza-aprendizaje

La ayuda que daña

La ayuda que daña

El asunto es delicado, quizás sea solamente cuestión de perspectiva. Lo que nos parece de Perogrullo cuando hablamos de un alumno abstracto o del sobrino del vecino, se llena de matices y de peros cuando hace referencia al hijo propio, al familiar, al chico o chica cuyas circunstancias conocemos. Es posible que acabemos justificando lo que antes era injustificable, tal vez veamos las dificultades de nuestro hijo mientras relativizamos las del hijo ajeno, quizás no sea ya tan evidente lo que antes era más claro que el agua. Y seguramente tendremos razón, como la tendrá el que lo ve de manera opuesta, pues todo es cuestión de puntos de vista.
Por ello, solemos decir, en el Nuevo Velázquez, que en la gestión que hacemos de los problemas podemos equivocarnos, podemos errar, podemos meter la pata, pero siempre vamos a tratar de ser ecuánimes, de tener en cuenta los condicionantes y las dificultades de unos y otros. Cuando en un conflicto, el árbitro es acusado por los unos de ponerse del lado de los otros y por los otros de ayudar a los unos, quizás, lo que está siendo es justo.

Contra la sobreprotección

Contra la sobreprotección

Los padres siempre quieren lo mejor para sus hijos. Todos desean que estudien, que sean buenos, que no sufran, que se conviertan en hombres y mujeres de bien, que sean felices y que saquen buenas notas.
Esto me parece lo normal, o al menos, insisto, es lo querríamos todos para nuestros hijos. Cosa bien distinta es ese halo de sobreprotección que aparece algunas veces y que, después, en el colegio, se convierte en algo más preocupante que creo que no ayuda al desarrollo vital de los adolescentes. Algunos padres y madres protegen a sus polluelos desde las alturas, para caer en picado sobre todo aquello que pueda perturbar la tranquilidad de su hijo en el colegio. Cuando hablo de perturbar, me refiero a cosas que se producen en todos los colegios de este país, es decir, los suspensos en las notas, las peleas en el patio o la imposición de límites a ciertas actitudes que, a veces, desafortunadamente, tienen los alumnos con los profesores.

La sobreprotección en estudiantes con dificultades de aprendizaje

La sobreprotección en estudiantes con dificultades de aprendizaje

La educación de estudiantes con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y dificultades de aprendizaje requiere enfoques específicos que fomenten su desarrollo integral. Sin embargo, la sobreprotección puede convertirse en un obstáculo inadvertido en este camino, afectando al crecimiento autónomo y a la autoestima de estos jóvenes. Es fundamental encontrar un equilibrio que promueva la independencia y el aprendizaje positivo.
La sobreprotección, aunque motivada por el deseo de cuidar y apoyar a los estudiantes, puede tener consecuencias negativas en su desarrollo. En el caso de estudiantes con TDAH y dificultades de aprendizaje, es esencial entender que enfrentar desafíos y superar obstáculos contribuye significativamente a su crecimiento personal y académico. La sobreprotección excesiva puede privarlos de la oportunidad de desarrollar habilidades para la resiliencia y la resolución de problemas.

La ayuda que daña

La ayuda que daña

El asunto es delicado, quizás sea solamente cuestión de perspectiva. Lo que nos parece de Perogrullo cuando hablamos de un alumno abstracto o del sobrino del vecino, se llena de matices y de peros cuando hace referencia al hijo propio, al familiar, al chico o chica cuyas circunstancias conocemos. Es posible que acabemos justificando lo que antes era injustificable, tal vez veamos las dificultades de nuestro hijo mientras relativizamos las del hijo ajeno, quizás no sea ya tan evidente lo que antes era más claro que el agua. Y seguramente tendremos razón, como la tendrá el que lo ve de manera opuesta, pues todo es cuestión de puntos de vista.
Por ello, solemos decir, en el Nuevo Velázquez, que en la gestión que hacemos de los problemas podemos equivocarnos, podemos errar, podemos meter la pata, pero siempre vamos a tratar de ser ecuánimes, de tener en cuenta los condicionantes y las dificultades de unos y otros. Cuando en un conflicto, el árbitro es acusado por los unos de ponerse del lado de los otros y por los otros de ayudar a los unos, quizás, lo que está siendo es justo.

Contra la sobreprotección

Contra la sobreprotección

Los padres siempre quieren lo mejor para sus hijos. Todos desean que estudien, que sean buenos, que no sufran, que se conviertan en hombres y mujeres de bien, que sean felices y que saquen buenas notas.
Esto me parece lo normal, o al menos, insisto, es lo querríamos todos para nuestros hijos. Cosa bien distinta es ese halo de sobreprotección que aparece algunas veces y que, después, en el colegio, se convierte en algo más preocupante que creo que no ayuda al desarrollo vital de los adolescentes. Algunos padres y madres protegen a sus polluelos desde las alturas, para caer en picado sobre todo aquello que pueda perturbar la tranquilidad de su hijo en el colegio. Cuando hablo de perturbar, me refiero a cosas que se producen en todos los colegios de este país, es decir, los suspensos en las notas, las peleas en el patio o la imposición de límites a ciertas actitudes que, a veces, desafortunadamente, tienen los alumnos con los profesores.

La sobreprotección en estudiantes con dificultades de aprendizaje

La sobreprotección en estudiantes con dificultades de aprendizaje

La educación de estudiantes con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y dificultades de aprendizaje requiere enfoques específicos que fomenten su desarrollo integral. Sin embargo, la sobreprotección puede convertirse en un obstáculo inadvertido en este camino, afectando al crecimiento autónomo y a la autoestima de estos jóvenes. Es fundamental encontrar un equilibrio que promueva la independencia y el aprendizaje positivo.
La sobreprotección, aunque motivada por el deseo de cuidar y apoyar a los estudiantes, puede tener consecuencias negativas en su desarrollo. En el caso de estudiantes con TDAH y dificultades de aprendizaje, es esencial entender que enfrentar desafíos y superar obstáculos contribuye significativamente a su crecimiento personal y académico. La sobreprotección excesiva puede privarlos de la oportunidad de desarrollar habilidades para la resiliencia y la resolución de problemas.

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